En la
entrada de este blog donde tratamos el tema de la Ira 😡, específicamente acerca
del control de la ira, determinamos que la clave para evitar arranques y
problemas relacionados al manejo de esta emoción es el #Respeto.
En esta ocasión hablamos de Asertividad, y nuevamente encontramos que el #Respeto es ese valor central para la comunicación en todo ámbito, sea familiar o laboral, y también el respeto hacia uno mismo adquiere una dimensión práctica de donde obtenemos resultados tangibles en el trato que llegamos a recibir de los demás.
La RAE
define a alguien asertivo como “Psicol. Dicho de una persona: Que expresa su
opinión de manera firme”; por lo tanto la asertividad requiere primeramente que
usted se haya formado una opinión basada en argumentos que estén claros para
usted, es decir, que usted haya formulado a través de un proceso lógico y contrastable.
Al haber
formado su opinión en base a argumentos usted podrá comunicarla de mejor manera
a mayor número de personas de manera firme, dicha firmeza no implica un
pensamiento cerrado, la asertividad comprende que al debatir con otro miembro
del equipo cuyo punto de vista sea distinto se puedan explicar los argumentos y
a la vez escuchar los del interlocutor.
El respeto
al que nos referimos es contrario a la sumisión, es un respeto holístico que nace
de una autoimagen positiva e involucra que los demás también son seres dignos
de ser escuchados, cuyas ideas pueden enriquecer el propio conocimiento y que,
en caso de hallarse en un error, merecen un trato respetuoso al momento de
debatir o cuestionar dicha posición.
Por lo
tanto, la comunicación asertiva parte de un dialogo interno en donde hemos
acordado con nosotros mismos no presentar una imagen iracunda ni un tono de voz
alterado, y de esta manera demostrar respeto a uno mismo y hacia las personas
que nos escuchan y nos observan. Quiere decir que en una conversación o debate
con características asertivas, las partes se verán enriquecidas con los
argumentos de todos, dando como resultado un acuerdo o al menos claridad en los
puntos de vista de cada uno.
Las “almas gemelas” no existen, cada persona es
un ser individual que merece respeto y consideración. Un matrimonio, y todo equipo o empresa, dura solo si
la comunicación es asertiva, mostrando que el respeto es mutuo (aniversario
#19).
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